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Home ConTextos / En la tempestad
ADIÓS SEÑOR PRESIDENTE

ADIÓS SEÑOR PRESIDENTE

Rubén ZárateporRubén Zárate
26 septiembre, 2025
en ConTextos / En la tempestad
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Así titula Carlos Matus el libro donde describe las dificultades de los gobiernos en América
Latina para combinar la capacidad de gobierno y la complejidad de sus sociedades. En seis
escenas recrea los déficits teóricos, técnicos, sistémicos y métodos para implementar
programas de gobierno sin provocar que la gobernabilidad del sistema sea más baja que la
magnitud de los problemas y desafíos que se proponen enfrentar.

Apuestas estratégicas y resultados.

Dice también Carlos Matus que lo que importa de un gobierno son, ¨los resultados que la gente
ilusiona, a pesar de su frustración reiterada con la política y los políticos. El gobierno empeña
su palabra cuando anuncia su proyecto de gestión. Palabra que valida con su cumplimiento y el
país evalúa por sus resultados. Resultados es la palabra que encumbra o hunde un gobierno.¨

En tal sentido, la capacidad de gobierno se mide desde el primer día por la capacidad que
tenga para hacer más previsibles los anuncios realizados en la campaña y mientras gobierna.
Al contrario de lo que tienden a creer muchos especialistas en marketing y comunicación sin
experiencia de gobierno, no todo es manipulable; muchos menos en las crisis donde en cada
gesto y en cada palabra se juega la capacidad semiótica del líder.

Esto es así, porque la previsibilidad es clave, dado que depende tanto de la calidad de las
apuestas realizadas por el gobernante como por la comprensión de las dinámicas de los
actores sociales, políticos, económicos, culturales que van estructurando los escenarios en los
que cada acción para avanzar debe ir  ¨venciendo el roce, la inercia, la oposición y el rechazo
de otros; superando la adversidad de las circunstancias; y teniendo más peso que la mala
suerte, la incerteza, las variables fuera de control y las tendencias contrarias al proyecto¨.

Al contrario de lo que sostenía Alberto Fernandez, no es la relación de fuerzas a priori la que
define y acota por sí misma las acciones de gobierno, ya que no hay viabilidad para ninguna de
ellas desde el inicio, la acción de gobernar es la que crea las posibilidades, y la capacidad es la
que en última instancia permite avanzar en el sentido propuesto por el programa de gobierno.
En situaciones de cumplimiento de las leyes democráticas, los gobiernos caen o pierden las
elecciones, solo luego de haber traicionado sus promesas de gobierno.

Desde esta perspectiva, la gobernabilidad es siempre un problema de quien gobierna con la
legitimidad de origen derivada de los votos obtenidos en la elección inmediata anterior, no es
una responsabilidad de la oposición. Este tema que ha vuelto al debate público desde las
elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, donde toda crítica tiende a ser
reputada como golpista, surge de quienes se niegan a incluir en su análisis que el resultado
electoral es también un reclamo sobre los resultados de la política nacional basada en la
reducción del gasto público, la estabilidad monetaria y el fanatismo por el superávit fiscal.

El análisis electoral se basa en considerar que el poder (y los votos son una de sus fuentes), es
siempre una categoría relacional que no se da en soledad. Al comparar los resultados
electorales entre 2023 y 2025 se advierte el cambio drástico de la opinión pública de provincia
de Buenos Aires, en esta ocasión se expresa a favor del gobierno de Axel Kicilof y contrario al
gobierno de Milei, quien se involucró personalmente en la campaña. Siempre hay ganadores y derrotados, y como se puede ver estos días, los problemas de ganar son mejores que los problemas de perder.

En este caso es ocioso discutir si el problema es que el equipo de estrategia electoral de Milei
nacionalizó o no la campaña. El peso demográfico del territorio en el total del padrón nacional
le otorga impacto nacional por sí misma un mes y medio antes de una elección nacional de
medio término. La decisión de Kicillof de separar las elecciones fue eficaz electoralmente y
demostró un alto grado de confianza en los resultados de su propio gobierno; eso y no otra
cosa lo ponen entre los gobernadores como un primus inter pares y hacia la interna del
movimiento nacional como un líder emergente.

No hay que olvidar que toda agenda de gobierno se aplica en un escenario de resistencias,
adverso y nebuloso. Todo gobierno debe siempre anunciar resultados y saber que su gestión
será evaluada por ellos y esto es porque simplemente no hay otra forma de liderar y gobernar.
Si no hay viabilidad a priori, esta debe conseguirse con la propia acción de gobierno y eso
demanda ejercer una de las capacidades más relevantes del gobernante que es justamente la
de sumar los apoyos correctos para hacer viable el programa de gobierno, esto es lo más difícil
en democracia.

En tal sentido, el aislamiento creciente del gobierno nacional marca un déficit creciente para
comprender que en democracia una de las arenas de luchas se da en la intersección que se
origina en las movilizaciones callejeras y el congreso de la nación.

El primer indicador de esta incapacidad fue la apuesta del Ministerio de Seguridad de
implementar sistemas de control callejero de sospechosa constitucionalidad, generando
protocolos incumplibles para justificar presión y represión autoritaria sobre la disidencia, en
particular la expresada ante el congreso o la casa rosada. El segundo indicador, y tal vez el
más grave, es haber creído que la feroz campaña “anti-kuka”, incluyendo la prisión de Cristina
Kirchner en la última fase del cronograma electoral, crearía un cortafuego sobre la totalidad de
sus aliados iniciales para impedir nuevas alianzas en el congreso que modifiquen las mayorías
circunstanciales ante la secuencia de ajustes y vetos del ejecutivo.

Ambos aspectos demuestran un desconocimiento de la historia y de la capacidad del
peronismo para generar nuevas capilaridades en el mismo ejercicio democrático. Una lectura
errónea sobre las causas de su éxito electoral en 2023 ha generado también una
incomprensión de la complejidad de los espacios públicos donde se manifiesta el ineludible
conflicto entre expectativas y resultados que generan y condicionan los nuevos consensos que
derivaron en una secuencia creciente de pérdidas de apoyos del gobierno nacional. El pueblo
también juega, no solo las elites económicas.

El Nobel que no fue

La dinámica de conflictos ha provocado que los mas tradicionales dirigentes ¨centristas¨ que
dotaron de consensos públicos el DNU N°70/2023 y de votos la Ley N° 27742, que bajo un
título pretencioso, ¨Bases y punto de partida para la libertad de los argentinos¨, escondía en su
núcleo central la creación voluntaria de un virtual Estado de excepción, al declarar la
emergencia pública en materia administrativa y económica, financiera y energética por un año,
delegando en Milei facultades para legislar. Los antiguos y nuevos extremistas del justo medio,
una vez más abdicaron de su responsabilidad republicana ante un liderazgo que anunciaba que
iba a beneficiar a los capitales más poderosos por sobre el resto de los intereses de la
sociedad.

La insistencia que se merecía el premio Nobel de economía durante varios meses, es
probablemente uno de los indicadores más contundentes de un sesgo central de la toma de
decisiones de Javier Milei, centrada en un reduccionismo tecnocrático cultivado a niveles
extremos. Este sesgo, que es aplaudido al inicio por las élites económicas y finalmente
olvidado como atributo, tiende a obturar la capacidad de gobernar en términos soberanos.

Ya hay suficiente experiencia para saber que si bien la economía desde una perspectiva
clásica “podría” ser la ciencia de los recursos escasos, las crisis de 1989, 2001 y 2018
muestran que el poder político “es”  un bien escaso y volátil.

En tal sentido Javier Milei, desde el inicio, basó su acción de gobierno en un descomunal
esfuerzo antiintelectual por desconocer la complejidad de su propia tarea y simplificar no sólo
instrumentos, sino también los conceptos y enfoques metodológicos para abordar los
problemas del Estado soberano. Presentarse como el topo del Estado no deja de ser ilustrativo,
un animal casi ciego, solitario y voraz, que solo se siente cómodo en la oscuridad de los túneles
que él mismo construye.

Haber convertido a un fanático del mercado y antiestatista como Federico Adolfo Sturzenegger
en el emblema de esta última etapa del gobierno, creando un ministerio como el de
Desregulación y Transformación del Estado, con quien según sus declaraciones, ¨festejaban
con jadeos orgásmicos¨, cada decreto de necesidad y urgencia que eliminaba un organismo del
Estado o personal de la administración publica, muestra hasta que punto el reduccionismo
prima en la acción de gobierno.

Pero este reduccionismo, no está exento de intereses. El resultado de todo este proceso
vertiginoso de desmantelamiento del Estado provocó una incalculable pérdida de las
capacidades soberanas en lo geopolítico, una fragmentación de los organismos de garantías
civiles y derechos sociales y, sobre todo, una desprotección inusual de los instrumentos
garantes de la seguridad básica de los ciudadanos, como quedó demostrado con el caso del
fentanilo adulterado por el que murieron más de un centenar de personas. Qué semejante
crimen no sea un escándalo público es una muestra de la decadencia de los tres poderes de
gobierno y el control que la mafia tiene sobre partes de la administración.

Numerosos estudios de Matus disuelven el mito de considerar que la deshonestidad y la
corrupción sea solo un problema de valores o de ética personal; demuestra que son
esencialmente un mal diseño del sistema de gobierno que invita a la corrupción. Para abordar
las políticas públicas es necesario disolver este mito de que todo se reduce a la ética, es cada
vez más necesario abordar el diseño del Estado considerando este aspecto central ya que en
última instancia una de las consecuencias de la ignorancia en la gestión pública es la
corrupción por las propias reglas del juego. La estafa a gran escala que significa el uso de
instrumentos financieros de deuda y extracción de riqueza nacional por parte de grandes
jugadores globales, es una muestra de esto, tanto como el 3% de la hermana.

Simulando cordura

Es necesario recuperar teorías y metodologías para evaluar el posible desempeño del gobierno
y la previsibilidad de sus resultados. Ni el oficialismo ni sus aliados que avalaron el DNU
70/2022 y apoyaron la Ley N° 27742 y todos los vetos posteriores, se permitieron evaluar: 1) la
efectiva capacidad de gobierno desde el 10 de diciembre de 2023, 2) el tipo de diseño
organizativo del aparato público que fue surgiendo de sus acciones, 3) la compatibilidad del
proyecto de gobierno con la capacidad personal e institucional de Mieli y su triángulo de hierro, es decir, con las dos primeras condiciones y, 4) el nivel de coherencia del contexto geopolítico,
y el escenario situacional nacional con el proyecto de gobierno.

Pero esta incapacidad de análisis u omisión dolosa, también ocurrió con algunos sectores de la
oposición, que auguraban primero que no duraría unos meses y luego que habían venido a
quedarse por una década, sin explicar cómo hacían el pasaje de un escenario a otro. Ahora
que la realidad parece ajustar cuentas de forma vertiginosa, habrá que hacer esta evaluación
de la forma más lúcida posible, ya que su ausencia anterior ha creado una crisis más profunda
que la situación inicial de 2023.

El amplio triunfo de Fuerza Patria, organizada en torno al peronismo, en las elecciones en la
Provincia de Buenos Aires para renovar diputados, senadores y cargos municipales, sacó el
velo de una aceleración vertiginosa en todos los procesos políticos que se venían configurando
desde que el triunfo de Milei en 2023; el discurso del presidente reconociendo la derrota y
aseverando que se ratificaba el rumbo del gobierno, provocó también una revelación y una
exposición de una serie de estrategias de las élites que se venían desplegando
silenciosamente en los pliegues del poder.

En el espacio democrático, entre los procesos políticos emergentes se destaca el liderazgo de
Axel Kicillof, que apostando todo al adelantamiento de las elecciones provinciales, ganó sobre
la base de buenos resultados en el gobierno provincial, impactando en varios frentes: 1) entre
los gobernadores se convirtió en un primus inter pares ineludible para cualquier coalición de
gobernabilidad los próximos meses, 2) en la interna del peronismo en su más amplio espectro
se afirmó como uno de los más reconocidos para promover una renovación amplia, diversa y
plebeya, que excede la provincia de Buenos Aires y, 3) con la proyección hacia la disputa
presidencial de 2027 quedó posicionado con un territorio ordenado y conducido y
crecientemente movilizando por el triunfo electoral.

Pero ganar también trae sus problemas, en este caso lo han puesto en un sitio que va a exigir
consolidar las capacidades de gobierno y desarrollar nuevas habilidades de conducción.

Entre las estrategias opacas de las elites argentinas que de pronto se exponen a cielo abierto
emergió el creciente activismo de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien parece querer
acelerar procesos no solo de diferenciación con su compañero de fórmula sino también de
competencia abierta sobre el ejercicio del poder, independientemente del cronograma electoral.
Este proyecto acuñado en los restos del masserismo, liderado actualmente por Astiz desde la
cárcel, que siempre ha tenido como prioridad la reversión de los juicios de lesa humanidad y la
liberación de los represores presos, ve que la crisis podría sepultar esa aspiración por la fuerza
retomada por el peronismo y el progresismo con vistas a las elecciones que vienen y, 2) la
novedosa presión pública sobre el líder de Provincias Unidas, Juan Schiaretti, para que sea la
pieza central de procesos basados en una eventual Asamblea Legislativa ante un agravamiento
de la crisis del gobierno; esta hipótesis esbozada por periodistas del círculo rojo como Joaquín
Morales Solá y replicada en medios internacionales por Marcelo Longobardi, basado en una
alianza de gobernadores que hasta hace unas semanas fueron dóciles dadores de
gobernabilidad al programa financiero de Luis Caputo, apoyando todas las leyes de ajuste y
desgravaciones fiscales, no deja de sorprender.

Es la geopolítica baby.

Pero la incapacidad de gobernar el país en términos soberanos no quiere decir que el gobierno
sea incapaz de mantener su lugar en la administración, como en otras crisis originada en los
problemas de la deuda y la falta de dólares para mantener el sistema financiero organizado desde la dictadura militar, Milei lidera una deriva acelerada del gobierno hacia la asistencia directa de Estados Unidos, sea por la vía del FMI o por la vía del Tesoro u otros instrumentos.

Esta deriva no es una acción sorpresiva, ha estado cimentada en una alineación temprana al
núcleo político militar más beligerante de EEUU, Inglaterra e Israel, incluido una conversión
religiosa al judaísmo, generando un gobierno que incluye un componente místico notable que
sincretiza elementos del ultracatolicismo, el evangelismo conservador y el judaísmo ortodoxo,
inédito en la historia laica de Argentina.

La decisión del gobierno nacional de implementar retenciones cero tanto a granos y
subproductos como a la exportación de carnes avícolas y bovinas hasta el 31 de octubre de
2025 o hasta alcanzar las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por 7.000
millones de dólares mediante el Decreto 685/2025 publicado en el Boletín Oficial, termina por
convertir al BCRA, la Secretaría de Agricultura y la ARCA en meros instrumentos de una gran
mesa de dinero, difiriendo y agravando problemas del financiamiento del Estado para fin de año
y posiblemente el precio de los de los alimentos en el mercado interno.

Las metas privilegiadas son claras, 7.000 millones de dólares para la mesa de dinero y al menos 35% de votos en Octubre. Eso es todo.

Lá pérdida de capacidad de gobierno trae todo los problemas al presente y mira todo bajo la
lupa del cortísimo plazo, creando las condiciones para un arreglo muy desventajoso para el
país con EEUU, ubicando de forma subordinada a la Argentina a los intereses inmediatos del
gobierno de Donald Trump, en un contexto donde las hipótesis de conflicto de este país tienden
a alinear recursos naturales, tecnologías, líderes y mercados bajos sus intereses, en contradicción con China.

Este mes, el Congreso, debería crear las condiciones legales para impedir el enajenamiento de
recursos estratégicos para el desarrollo como tierras raras, hidrocarburos y alimentos, de
tecnologías maduras con el esfuerzo argentino como los avances genéticos y nucleares, del
mercado interno y del cuidado de algunos líderes que serán necesarios para la recuperación post Milei.

El análisis de las relaciones entre Estados, considerando las formas de subordinación colonial
o neocolonial, muestra que la aceleración de los tiempos es siempre asimétrica, mientras se
afirman los tiempos estratégicos en el país central, los tiempos de las crisis se hacen más
cortos en el país subordinado. La aceleración de esta crisis no es ajena a estos procesos
históricos. No es la elección de setiembre la que aceleró el proceso, es la condición de extrema
fragilidad que la secuencia de gobiernos de derecha y de extrema derecha desde 2015 que
desmantelaron la capacidad de gobernabilidad democrática, debilitaron el diseño del Estado
hasta perder la capacidad soberana y produjeron el empobrecimiento social hasta colocar la
mitad de la sociedad en emergencia permanente lo que ha provocado esta fragilidad, lo
financiero ha sido solo el instrumento.

El problema no está en la discordancia posible entre lo macro y lo microeconómico, sino en la
capacidad real de hacer política por parte de los dirigentes que pueden construir un programa
nacional y popular con sentido soberano, todo se juega estos años en el espacio riesgoso que
queda entre lo geopolítico y vida cotidiana.

Rubén Zárate

Rubén Zárate

Profesor Titular e Investigador, Instituto de Trabajo, Economía y Territorio de la UNPA. Integrante del Directorio de la Agencia Nacional de I+D+i, fue Ministro de Educación provincial y Secretario de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación. Escribió varios libros sobre políticas públicas y desarrollo territorial. Experto en estrategia y análisis de conflictos.

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