DEL AMOR Y LA IGUALDAD

—¿Gordo, como viene la marcha?

—Bien, no se…

—¡Si, hay un montón de gente!, mirá el vivo del Archivo de la Memoria Trans. ¡Y todavía es temprano!

Después empezaron a llegar imágenes de distintas ciudades del mundo, más tarde de ciudades del país, impresionante. Por todos lados maricas taconeando orgullosas, banderas de arcoíris, orgullo y solidaridad.

Mi primera reacción fue llorar. Llore, mire a mi hija y a mi compañero, y con él lloramos abrazados y aliviados.

El alivio de no sentirnos solos, de no tener que volver a escondernos, que nuestro pueblo vale la pena cada día y que no todo puede desarmarse tan rápido.

La historia no empieza cuando llegamos, como piensa el fascista de Milei, tampoco termina, así que acá hay cuerda para rato. Pero ¿Dónde estamos parados? ¿Cómo se explica la masividad de esta marcha? Milei respondió que era una marcha impulsada por la política, yo que reivindico la política y promuevo la organización política, milito en una organización social y hago política desde los 15 años tengo la certeza que eso no fue así. La política corrió de atrás, las estructuras peronistas, sindicales, los intendentes y hasta los movimientos sociales movilizaron a media máquina, para cumplir. Como con las universidades, se sumó después. Pero entonces, ¿Qué fue lo que movilizó a la gente?

Creo que, así como con las universidades atacó el derecho a la educación pública y la idea de movilidad social ascendente, con el ataque homofóbico a nuestra comunidad Milei toco otra de las fibras de nuestro pueblo, la igualdad como horizonte. Como siempre sostengo: Milei no gobierna una hoja en blanco, le toco un país que tiene mucho recorrido y la igualdad como horizonte no se construye de un año para el otro.

La primera marcha del orgullo en Argentina fue el 2 de julio de 1992 impulsados por la revuelta de Stonewall que se había producido unos años antes en Nueva York. Algunas organizaciones y militantes, Jauregui entre ellos y un puñado de personas con máscaras, se movilizaron de Plaza de Mayo al Congreso, las máscaras eran para poder volver a la vida cotidiana al otro día, cuando hablamos de closet sabemos de qué se trata. Cinco años mas tarde se paso para el primer sábado de noviembre porque el frio no permitía el despliegue de vestimentas, o la escasez de ellas.

La militancia feminista y la militancia por los derechos de nuestra comunidad tiene mucho tiempo y experiencias en nuestro país, desde las sufragistas de principio del siglo pasado hasta el voto femenino o el Partido Peronista Femenino hasta las peleas por el aborto que se dieron hace pocos años. La primera organización “homosexual” de nuestro país y de América Latina se fundó en el año 1967 y se llamó “Nuestro Mundo”, la impulsó Ernesto Anabitarte y otros compañeros que venían de la militancia comunista y se reunían bajo la solidaridad de la militancia sindical peronista en una garita de los ferrocarriles de Gerli. Para el año 1972 se fundó el Frente de Liberación Homosexual que fue a Ezeiza a buscar a Perón y en el año 1973 fue a la asunción de Cámpora con una bandera que decía “para que reine en el pueblo el amor y la igualdad”.

Luego de la Dictadura Civico-Militar en esta historia se forjaron también, la agrupación de Gays por los Derechos Civiles que reclamaban entre otras cosas, por la Unión Civil al verse despojados de sus vidas enteras cuando enviudaban y las familias de sus parejas desconocían esas historias de amor, o las primeras organizaciones de lesbianas peleando por la visibilidad de esas experiencias y deseos.  Seguro que me faltan muchas historias, quedan afuera las historias anónimas, esas que hacen la Historia con mayúsculas, las maricas y lesbianas de cada pueblo que se vinieron sin documentos al conurbano, las que salen en los corsos, las travas que murieron sin poder ser reconocidas.

De esta madera se hizo la primera marcha del orgullo que ya tiene 33 años y esa madera que siguió creciendo conquisto el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, el aborto, el cupo laboral travesti trans, etc. Esa madera fue abriendo espacio en la sociedad, formó opiniones y miradas, nos hizo mejor sociedad, más justa, más igualitaria y lo seguirá haciendo.

Esa madera no se pudre, ni se quema, salvo en el fuego de la lucha que activó todas sus fibras ante el ataque fascista de Milei que llegó a su punto más alto en el discurso aberrante y homofóbico en el Foro de Davos. En cuestión de horas la asamblea antifascista y antirracista en Parque Lezama propuso la inmensa movilización del sábado pasado, que por primera vez fue a contramano, de Congreso a Casa Rosada. Salimos a pararle la mano a Milei, a contramano de lo que nos venden como la historia oficial, como lo hicimos siempre y como lo seguiremos haciendo, porque la historia no se detiene, no se repite y todo pasa.