La acción política de Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires tiene varias particularidades. La primera, es que su construcción de poder fue central para la llegada a la presidencia de Carlos Menem y de Néstor Kirchner. Su alianza con el riojano fue determinante para derrotar a Antonio Cafiero en las internas presidenciales y para la posterior designación del candidato. Duhalde y su armado político bonaerense fueron la base para la asunción y el gobierno de Kirchner en el año 2003.
La segunda particularidad, es que Duhalde es, posiblemente, el último gobernador con trayectoria, con doctrina y con programa bonaerense. A partir de la gestión de Carlos Rouckauf se inició el desembarco de los mandatarios porteños. Desde el año 2003 y particularmente a partir de que Néstor Kirchner desde la presidencia inició “la madre de todas las batallas” contra la estructura de poder bonaerense, los gobernadores empezaron a debilitarse y a actuar como interventores del Poder Ejecutivo Nacional.
La provincia perdió entidad e identidad política propia y se convirtió en un distrito condicionado y controlado con fines electorales desde el Ejecutivo Nacional. Con esta caracterización no estoy emitiendo un juicio de valor acerca de si los gobernadores entrantes a partir del año 1999 fueron buenos o malos administradores. Luego de la salida de Duhalde, el Ejecutivo Nacional fue apropiándose de la agenda bonaerense y gobernó negociando la política social y de infraestructura directamente con los intendentes. Ello dificultó la aparición de una fuerza política provincial como existe, por ejemplo, en el justicialismo de Formosa o de Córdoba y en la experiencia de los renovadores misioneros.
La tercera particularidad de la gobernación de Duhalde es que desde allí se organizó la ruptura con Carlos Menem –anterior aliado- y se gestó la salida política y económica de la convertibilidad. El justicialismo bonaerense fue un actor determinante para superar la crisis del 2001 y garantizar la gobernabilidad de la Argentina en los terribles años 2002 y 2003.
La última particularidad y tema de este artículo, es que el gobernador Duhalde impulsó el último programa integral de inversión y de desarrollo diagramado y manejado desde la misma provincia de Buenos Aires.
LA ECONOMÍA Y LA OBRA PÚBLICA BONAERENSE
En líneas generales, en temas económicos el periodo de Duhalde puede ser caracterizado por tres grandes características. La primera, es la reactivación de la actividad luego de una década de crisis y de estancamiento. No era un tema meramente provincial, sino más bien una característica de la Argentina que a inicios de los años noventa empezó a salir del terrible ciclo de la hiperinflación y de la recesión. El segundo aspecto, es que durante su gestión se produjo un aumento del volumen de las exportaciones primarias e industriales y la llegada de un importante número de inversiones extranjeras. La tercera característica, fue el aumento de la inversión pública en programas productivos y la construcción de importantes obras.
Antes de renunciar a la vicepresidencia y de iniciar la campaña a la gobernación, Duhalde negoció con Carlos Menem la recuperación de recursos coparticipados para la provincia. En el año 1992 se aprobó la ley nacional 24.073/92 que creó el Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense, que fue financiado con parte del impuesto a las ganancias. Con estos recursos se creó el Fondo del Conurbano Bonaerense y se hicieron importantes inversiones en salud, educación, obras viales, de seguridad, un Plan Director de Agua Potable y Saneamiento y se financió el Plan Génesis 2000 de creación nuevas municipalidades, entre otras intervenciones.
Entre las principales reformas institucionales en el terreno económico, se destacan Duhalde la apertura del Ministerio de la Producción y el Empleo, del Instituto para el Desarrollo Empresario Bonaerense, del Instituto Provincial de Acción Cooperativa y del Ministerio de Asuntos Agrarios que desde 1999 pasó a ser de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
Uno de los pilares de la política económica de Duhalde fue el impulso al Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO). Un tema a destacar, es que el gobernador evitó que se privatizara pese a las diversas iniciativas y presiones para su venta. Con este fin, la reforma de la Carta Magna bonaerense de 1994 no admitió la “privatización o concesión de la banca estatal a través de ninguna forma jurídica”.
Durante la etapa se implementaron importantes obras públicas. La gobernación creó el Plan de Reconstrucción del Interior Bonaerense y poco tiempo después el Plan Quinquenal de Obras y Realizaciones que incluyó el Plan de Puertos, el Plan Vial, el Plan de Reconversión Productiva y Generación, el Plan de Recuperación de la Región Capital y la “creación de dos grandes ejes de desarrollo regional en torno de las ciudades de Bahía Blanca y Mar del Plata”.
Se implementó una fuerte inversión en la ciudad de La Plata, capital de la provincia. Entre otras obras públicas, se destacan las del Teatro Argentino, el Estadio Único, la Catedral, el Puerto y una considerable inversión vial. Entre estas últimas intervenciones, se convirtió la Ruta 2 en una Autovía, se habilitó parte de la traza de la Autopista que une La Plata y CABA, se repavimentaron las Rutas 205 y 210 y se hicieron mejoras (pavimentos, cruces, puentes, luminarias, etc.) en las trazas de las rutas 13, 30, 46, 50, 51, 57, 60, 61, 63, 65, 70, 74, 78, 80, 85, 86, 88 y 210, entre otras.
El gobernador impulsó grandes obras hidráulicas que evitaron las inundaciones en los municipios urbanos y que recuperaron para la actividad agropecuaria más de tres millones y medio de hectáreas.
Entre los años 1991 y 1999 se construyeron y/o modernizaron trece hospitales en la provincia.
Luego de periodos de inacción gubernamental y de proyectos inconclusos, se construyeron cinco nuevas cárceles ubicadas en Florencio Varela, Magdalena, Melchor Romero, Campana y General Alvear.
El Instituto Provincial de la Vivienda entre 1992 y 1997 construyó 83.573 soluciones habitacionales y en 1999 había otras 24.587 en ejecución. Se extendió la red de agua a 921.000 habitantes y más de 500.000 recibieron cloacas. Se construyeron 835 edificios escolares y se ampliaron y remodelaron otros 5417.
POLÍTICAS SOCIALES Y CULTURALES
La provincia firmó el Convenio de Transferencia de los Servicios Educativos Nacionales. En el año 1994 sancionó la Ley Provincial de Educación adhiriendo a los lineamientos de la Ley Federal de Educación. Como resultado de la descentralización del Gobierno Nacional, la provincia tuvo que invertir una importante cantidad de recursos propios para costear el sistema, problema que es arrastrado hasta el presente.
La Dirección General de Cultura y Educación convocó al concurso Buscando la bandera bonaerense. El resultado fue la aprobación de la actual insignia de la Provincia.
En el año 1992 se iniciaron los masivos Torneos Juveniles Bonaerenses. En 1993 la Dirección General de Escuelas lanzó el “Programa Infantil Bonaerense Educativo Solidario” (P.I.B.E.S).
El gobernador creó la Secretaría de Tierras y Urbanismo e impulsó el Programa Familia Propietaria. Duhalde acompañó el histórico Plan de Regularización Dominial de La Nación y durante su mandato se entregaron más de 350.000 escrituras.
En el año 1994 el Consejo Provincial de la Mujer lanzó el Plan Vida, recuperando la experiencia una experiencia anterior de la Municipalidad de Lomas de Zamora y el Plan Nacional de Alimentación Complementaria de la Unidad Popular chilena de Salvador Allende. El Plan se orientó a que los menores de cinco años y que las madres embarazadas tengan atención de salud y que adquieran una cobertura básica nutricional. Como complemento, en 1997 la Provincia lanzó el Programa Comadres orientado al acompañamiento y a la contención de mujeres embarazadas implementando una política de articulación con las organizaciones de salud. Es bueno destacar, que el Plan Vida puso en marcha la organización de las mujeres más importante de la historia de la provincia. Asimismo, fue la última y posiblemente también la única, organización femenina masiva y de orientación popular que se avocó al cuidado de la familia y de los bebes.
LA REORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO BONAERENSE
En el marco del Proyecto Génesis 2000 entre los años 1993 y 1994 se diagramaron los proyectos de creación de las actualmente existentes municipalidades de Ezeiza, José C. Paz, Malvinas Argentinas, San Miguel, Ituzaingó y Hurlingham. El Proyecto Génesis 2000 incluyó una “segunda etapa” que no fue continuada luego del año 1999.
Durante la etapa se crearon las municipalidades de Punta de Indio y de Presidente Perón.
El gobernador impulsó una nueva regionalización de corredores y de consorcios productivos.
LA REFORMA DE SEGURIDAD Y JUSTICIA
Particularmente a partir de su segundo mandato, el gobernador impulsó un cambio profundo en la política de seguridad.
En el año 1996 la legislatura estableció el “estado de emergencia” de la policía por un año y el gobernador remplazó a los comandos de la fuerza.
Con el Decreto 4.506/97 se dispuso la “intervención” de la Policía Bonaerense a efectos de su “reorganización”, designando en esa función a Luis Lugones. Duhalde creó una Comisión Bicameral de “seguimiento y fiscalización” de las políticas de seguridad. En el marco de la intervención, fueron desplazados 309 comisarios y subcomisarios. Entre los años 1996 y 1999 la lista de los retirados involucró a 3600 agentes.
Se aprobó un nuevo Sistema provincial de seguridad pública (Ley 12.154/98). En este marco, se crearon Foros Vecinales de Seguridad, Foros Municipales de Seguridad, Foros Departamentales de Seguridad y la figura del Defensor Municipal de la Seguridad promoviendo la participación del pueblo en la política.
Durante la etapa se reorganizó el Sistema de Justicia. Se aprobó un nuevo Código Procesal Penal, se organizó el Ministerio Público Fiscal, se creó el Ministerio de Justicia y Seguridad -luego transformado en Ministerio de Justicia- y se fundó el Consejo de la Magistratura de la Provincia en cumplimiento de la reforma constitucional de 1994.
LA REFORMA CONSTITUCIONAL
En 1994 se aprobó la reforma constitucional bonaerense. Antonio Cafiero lo había intentado antes sin éxito en el año 1989.
Entre las innovaciones, la reforma de la Carta Magna introdujo una cláusula de defensa del orden constitucional y creó un Tribunal Social de Responsabilidad Política para examinar actos de corrupción.
Sancionó un número importante de garantías y de Derechos civiles, políticos y económicos. Se estableció que “Es deber de la Provincia promover el desarrollo integral de las personas”, que los bonaerenses tienen el derecho a “la vida, desde la concepción hasta la muerte natural” y el derecho “a gozar de un ambiente sano y el deber de conservarlo y protegerlo en su provecho y en el de las generaciones futuras”.
En línea con la legislación nacional, se introdujeron cláusulas de defensa de los “consumidores y usuarios”.
Se creó la figura del Defensor del Pueblo, se reconoció a los Partidos Políticos y se introdujeron las figuras de “iniciativa para la presentación de proyectos de ley” y de “consulta popular”.
La Constitución permitió la relección del gobernador y del vicegobernador. En el marco de una polémica con la oposición, sometió la iniciativa a un plebiscito especial en el que consiguió un amplio apoyo popular.
En línea con la reforma bonaerense de 1949 y del proyecto no aprobado de Cafiero, los constituyentes de 1994 incluyeron una importante nómina de Derechos sociales De la Familia, De la Niñez, De la Juventud, De la Mujer, De la Discapacidad, De la Tercera Edad, a la Vivienda y a la Salud. Se incluyeron los derechos especiales de los Indígenas y de los Veteranos de Guerra.
En cuestiones de vivienda se especificó que la Provincia “garantizará el acceso a la propiedad de un lote de terreno apto para erigir su vivienda familiar única y de ocupación permanente, a familias radicadas o que se radiquen en el interior de la Provincia, en municipios de hasta 50.000 habitantes, sus localidades o pueblos”.
La Provincia se reservó la administración y la explotación de todos los casinos y salas de juegos que tendrían que servir para garantizar los derechos sociales.
Se incluyeron Derechos del trabajador, se promovió la “capacitación y formación de los trabajadores” y la Provincia reconoció a las entidades intermedias y los “derechos de asociación y libertad sindical, los convenios colectivos, el derecho de huelga y las garantías al fuero sindical de los representantes gremiales”.
La nueva Carta Magna promovió la Policía Judicial e impulsó el Consejo de la Magistratura.
Se aprobaron diversos artículos ligados al reconocimiento y la promoción de la educación, la ciencia y de la cultura bonaerense.
BALANCE DE LA GOBERNACIÓN
Recibiendo el impacto negativo de la convertibilidad, el crecimiento productivo bonaerense empezó a detenerse hacia mediados y fines de los años noventa. Asimismo, si bien diversas actividades fueron dinamizadas, otro conjunto de empresas y de comercios quebraron en el marco de un programa macroeconómico recesivo que terminó en la crisis del año 2001. Las privatizaciones de empresas estatales con asiento en Buenos Aires y el cierre de muchas pymes por la convertibilidad, generaron un problema serio en temas de empleo. Parte de las actividades dinámicas que explicaron el crecimiento del período, no fueron capaces de contener la pérdida de puestos de trabajo de las otras áreas en retroceso. Incluso, la importante obra pública implementada no terminó revirtiendo una tendencia negativa y al año 1999 el desempleo y el subempleo ya superaban los dos dígitos en los grandes centros urbanos.
Los problemas económicos y de trabajo provincial y del país se expresaron directamente en las condiciones de vida popular. La baja considerable de la pobreza de los primeros años, fue modificándose hacia el final del mandato en línea con lo ocurrido a nivel nacional.
En el marco de un frágil contexto social heredado ya desde la apertura democrática, la gobernación implementó una activa política de Estado. La inversión en el sistema hospitalario y sanitario fue sumamente importante. Lo mismo en el terreno educativo. El Plan Vida y Comadres fueron, posiblemente, los últimos grandes programas de política pública orientados al cuidado de madres embarazadas y de los bebes. Sus impulsores aplicaron el principio justicialista de que los “únicos privilegiados son los niños”.
Duhalde diagramó e impulsó un histórico proyecto de inversión y de desarrollo propio bonaerense. En este marco, la inversión en infraestructura fue integral e incluyó construcciones viales, carcelarias, educativas, viviendas, obras hidráulicas y otros miles de pequeñas y medianas intervenciones en toda la provincia.
En términos políticos, Duhalde fortaleció el poder bonaerense. Continuando las banderas de Antonio Cafiero, recuperó parte de los recursos coparticipables que la Nación les había quitado. Implementó un programa para el conurbano bonaerense y desde allí contribuyó a conformar un nuevo actor que hoy es determinante en la política provincial y nacional. La acumulación política le permitió encarar transformaciones institucionales profundas, como fueron la ya mencionada reforma constitucional, la creación de nuevas municipalidades o la reforma de seguridad.
Su poder permitió que la provincia sea la base política del nuevo programa de desarrollo nacional iniciado en 2002 y continuado por Kirchner desde 2003.
Hace décadas que Buenos Aires arrastra un número importante de problemas políticos, institucionales, sociales y económicos. En los conurbanos aumenta permanentemente la violencia interpersonal y centralmente los hechos vinculados al narcotráfico. El territorio está atravesado por grandes desigualdades de desarrollo, problemas serios de distribución demográfica, de infraestructura vial y social en una comunidad cada día más desigual. Hace ya tiempo que los servicios públicos de infraestructura, educativos, sanitarios, de justicia y de seguridad están en crisis.
Es drama actual al que se enfrenta el pueblo bonaerense y su dirigencia, no es un problema meramente de un gobierno en particular, ni tampoco de un solo partido político. Hay limitantes estructurales al desarrollo que deben resolverse. La única manera de transformar de raíz los desafíos de la provincia en un mediano y largo plazo, será a partir de mejorar la capacidad de negociación provincial con el Poder Ejecutivo Nacional. Si los bonaerenses no recuperan al menos parte de sus recursos no coparticipados, todos los gobernadores a la corta o a la larga, se convertirán en meros administradores del subdesarrollo y no dispondrán de los medios financieros e institucionales necesarios para apalancar la impostergable trasformación que demanda la historia.
“Ningún sacrificio es demasiado cuando se trata del destino común de nuestro pueblo. Solo debe interesarnos la salvación de la patria que marcha hacia el abismo. Pasión y grandeza de los hombres”
JDP. Muy buena la nota, felicitaciones a la revista por las renovadas propuestas siempre.
Voy a decir algo que suma muchísimo. Ayer compartieron en grupo de difusión y debate un link con un artículo de este mes (pero de otra temática) de la revista. Yo conocía la revista, hacía un tiempo que no la visitaba. Entre por el otro link, que prometo leer y seguro comentar (porque varios compañeros están con ese debate) y le encontré con esta nota.
Admiro profundamente los análisis de este autor, me parecen súper constructivos, lo sigo, lo leo y comparto al 100 por ciento su crítica. Representa para mi y para muchos de nosotros la lectura que necesitamos para entender lo que nos pasa, y empezar desde ese cuestionamiento a reconstruirnos. Nos falta ese norte, que al menos encontramos en el consuelo de estas lecturas.
Gracias por este artículo, gracias por esta exposición, como por tantas que leí. Felicitaciones y aplaudo al avión negro también.
Quien no tiene conocimiento de su historia, difícilmente pueda enfrentar el destino de su tierra y conducirla al hacia progreso generando un futuro mejor para su comunidad. Los análisis profundos de los momentos de la historia reciente y antigua, nos permiten ver las circunstancias de la época, el contexto del país y el mundo, contrastarlos y desde ahí plantearnos el presente en vistas del futuro proyectado. Aprecio enormemente los análisis históricos regionales, provinciales y también nacionales y latinoamericanos. Muy bien lograda la nota, en vista de lo que el autor quiere plantear. No obstante estamos en tiempos de reflexión, en donde se juegan extremos muy opuestos. Momentos en donde debemos plantearnos estos debates profundos desde los conocimientos que se difunden para entender nuestra propia crisis política en el pensamiento. Duhalde se encuadró en el momento desarrollista de con el que continuó el gobierno nacional en el inicio de la era K. Hoy no la hallamos buscando de nuevo el rumbo. Nos encontramos con los que escriben y difunden la doctrina que inició nuestro pensamiento nacional. Pero no surge la conducción unificadora soñada para hacer de nuevo grande al movimiento y unirnos en esa causa. Me encanto la nota, me gusta mucho este autor, he leído muchas cosas de él, por lo que lo recomiendo y por supuesto comparto esta nota!! Y el link de esta revista
Me lleva a pensar en la historia de nuestra querida provincia. La reconquista de Buenos Aires allá por 1806; la culminación un 12 de agosto, cercana a conmemorarse. Valientes mujeres como “la tucumana Pedraza”. Los orígenes nuestros, sobre los que vino el crecimiento; más de doscientos años después seguimos tratando de reconstruirnos pero en otro plano, bajo otros paradigmas. Lindo artículo. Me fui en el divague temporal que nos trae la nostalgia desde los cimientos, un viaje al pasado para enfrentar el presente .
Dada la vastedad del territorio, el desarrollo y la demografía bonaerense, cualquier planteo resulta complejizado respecto de otros análisis y discusiones. A ello se suma, la gobernación de Eduardo Duhalde en el contexto político mencionado en la época, la reforma constitucional y legislativa general de la Argentina.
El debate es amplio, tan amplio que toma varios recorridos. Existen muchos datos fehacientes en la nota. Una correcta exposición de la época, que llama al debate profundo. Apoyo que la revista de lugar a discusiones políticas que nos llevan a planteos diversos como comunidad.