Volvió a ponerse de moda nuestro folklore?
Estamos viendo un avance de nuestra cultura folclórica, rompiendo el filtro unitarista capitalino y de los primeros cordones del conurbano, para resurgir e instalarse en una agenda mediática marcada por un progresismo globalizador que nunca nos deja mirar hacia dentro. Si bien, y por suerte, en nuestras provincias nuestros compatriotas hacen honor a nuestra costumbre, la mantienen viva y la respetan, la homogenización se profundiza cada día más a través de la ayuda mediática y tecnológica, y esta rompe con la esencia de cada lugar, de cada cultural, de cada rito , nos desarticula como pueblo, como sociedad, nos desarticula el espacio geográfico! y si no hay espacio geográfico de arraigo, de pertenencia, seguramente nuestra esencia humanista se diluirá como agua entre las manos, y dejar de sentirnos comunidad, es lo que algunos intereses tecnológicos – financieros desean.
El filósofo Enrique Dussel desarrollo la “filosofía de la liberación”, en ella hace una crítica profunda a nuestros contenidos filosóficos, educativos y culturales teniendo estos una mirada EUROCENTRISTAS, propone, como también lo propone el filósofo Rodolfo Kusch, una mirada propia, hispanoamericana, que nazca de nuestra historia, de nuestro suelo; el “Estar siendo”. Se trata de echar mano a un pensamiento “desde acá”, situado en nuestros suelo de América, ya que el “SER” ( como el SER Argentino) no puede darse sin el estar, se trata de un pensamiento situado, bien nuestro, y para representar nuestro “SER y ESTAR” nada más acertado que nuestra cultura folclórica.
Nuestro Folclore nace de ritmos afros, la guitarra y el Violín de la colonización española, junto a los instrumentos autóctonos, como el bombo leguero (llamado así porque de esa manera se comunicaban desde leguas nuestros antepasados) El Sacha filosofo Julio Ledesma lo describe muy bien; “El Folclore une los elementos del criollismo; une al nativo reducido, al africano esclavizado y al europeo inquisitorial, los une con la danza, con la música, con el amor”.
Entonces podemos decir que no hay nada más soberano que nuestra cultura folclórica, en ella encontramos la esencia del SER argentino, del hispanoamericano y ante el avance impetuoso de este mundo globalizador nuestra cultura buscar defender lo antropológico de nuestra esencia. Muchas veces hablamos de la defensa de la soberanía, pero la soberanía no es solo territorial, es esencialmente CULTURAL, es el primer eslabón para poder ser luego territorial, tecnológica, alimenticia y todos sus derivados.
Cultura significa cultivar, y nosotros para cultivar nuestra defensa territorial de soberanía, primero debemos darnos un sentido de pertenencia, pertenencia geográfica territorial, cultural y simbólica, para eso es necesario que nuestra soberanía cultural sea el eje de apropiación simbólica de “pertenencia”, y para esa pertenencia apuntalamos el folclore como danza autóctona que defiende un SER americano, con identidad argentina.
Se decía, o se sentía, al floclore como una cosa de “viejo” pero acaso no nos demostró la serie el Eternauta que lo viejo funciona? tal vez estén ahí las bases para fortalecer la unión del pueblo argentino en sus costumbres: en su cultura, en su esencia. Muy acertado fue el programa FALKLORE de Mex Urtizberea pero con la iniciativa del Joven (no es detalle menor) Milo J, para instalar en un streaming nuestra cultura folclórica, con la participación de los más grandes referentes culturales nacionales como; el Chaqueño Palavecino, La Sole, Peteco y Cuti Carabajal, Chango Spasiuk, Teresa Parodi junto a una nueva generación de músicos. Ahí se sintió y vio lo hermoso de nuestra cultura y las juntadas, porque si hay algo que profundiza el floclore es la juntada con otro, para SER y ESTAR juntos.
juntarse con amigos, amigas, familiares, vecinos, prender el ritual del fuego para el asado, acompañar en encuentro con un buen folclore argentino, o simplemente desembolsar una guitarra y un bombo leguero para hacer vibrar y sintonizar nuestra resistencia en comunidad en nuestro suelo argentino, seguramente sean los rituales más importantes que no debemos perder como sociedad.
No hay dudas, el folclore no murió, está más vivo que nunca en cada uno que quiera a la patria y sienta sobre toda las cocas el orgullo de ser argentino, nuestro folclore hoy representa la resistencia contra el individualismo neocapitalista, es la resistencia en nuestro suelo argentino, es identidad, geografía, costumbre, soberanía y es menester del pueblo argentino seguir difundiéndolo.
“En mis horas de tristeza, siempre me pongo a pensar
Como pueden olvidar algunos de mis paisanos,
Rancho, padre, madre, hermano con tanta facilidad.
Santiagueño no ha de ser el que obre de esa manera,
Despreciar la chacarera por otra danza importada
Eso es verla mancillada a nuestra raza campera”
Los Manseros Santiagueños.
que se une junto a un fogón, una mesa, una juntada entre amigos con una guitarra y un bombo a redord.