Gatillo fácil: arte y resistencia
La Marcha de los que no están
Por Martín Almuna
La obra Gatillo Fácil: arte y resistencia tiene como objetivo destacar y denunciar la violencia institucional que enfrentan las y los jóvenes de los sectores populares en nuestro país. A través de una combinación de técnicas mixtas, Sebastián Romania utiliza fotografías digitales y filminas que son intervenidas con filtros analógicos y pigmentos naturales. Esta fusión crea un impactante contraste entre lo digital y lo analógico, entre lo que representa la democracia y lo que aún perdura de los años dictatoriales.
El juego de contrastes propuesto por Romania en su obra plantea una dualidad que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la misma. ¿Es un registro documental de hechos reales? ¿O es una representación de una emoción o experiencia? ¿Tal vez se trata de una representación onírica? O quizás, la obra expresa una realidad tan cruda y compleja que no puede ser representada de una sola forma. La ambigüedad y la riqueza interpretativa de esta obra son características que la convierten en una pieza sencilla pero a la vez profunda.
En la obra se presentan de manera destacada casos emblemáticos de Gatillo fácil, pero el enfoque principal no es la narración histórica. En cambio, se busca construir una representación arquetípica de los casos de gatillo fácil. Aunque la obra no se centra en datos, cifras y estadísticas, se logra transmitir la gravedad de la situación.
Además, es interesante notar cómo la obra juega con la ambigüedad y hace referencia a las marchas nacionales contra el Gatillo Fácil, que se llevan a cabo cada 27 de agosto desde hace 9 años en todo el país. Esta referencia añade un contexto importante y subraya la relevancia del tema en la sociedad actual.
La muestra invita al público a participar activamente, no solo como espectador, sino también como actor social comprometido con la defensa de los derechos humanos y la construcción de una sociedad más justa y democrática. En este sentido, la obra aspira a ser una herramienta para el cambio social y a fomentar la participación ciudadana en la lucha por los derechos humanos y la justicia. Sintetizada ésta última en una frase de los organismos de lucha contra la represión estatal: “Justicia es que no pase nunca más”