En el actual escenario latinoamericano, ¿qué influencia creés que puede tener la disputa hacia el interior de EE.UU. entre americanistas y globalistas?
La fractura interna entre globalistas, americanistas y nacionalistas, o sea, la fractura de los grupos de poder y clase dominante de los Estados Unidos, tiene varias repercusiones a nivel latinoamericano y global. Una, porque el propio núcleo de poder mundial, que era hegemónico, —que obviamente ahora esa hegemonía está en crisis— está fracturado y eso lo debilita. Que tengan distintas visiones estratégicas lo debilita. Otra cuestión también es el tener distintas políticas para América Latina, que van oscilando de acuerdo con qué sectores de poder influyen de forma dominante. En tercer lugar, se articula con una fractura de la propia derecha latinoamericana. Una derecha reaccionaria, conservadora, anti liberal o progresivamente anti liberal en términos políticos, que articula más con los sectores conservadores del nacionalismo de centro, como Trump, donde hay una genealogía común.
Yo digo siempre que son como espejos invertidos, porque ese nacionalismo conservador de derecha que puede tener expresiones racistas, de supremacismo facial anti progresista, anti liberal y anti globalista, en el centro es fuertemente industrialista, nacionalista, de protección de la economía y la industria, en cambio en la periferia está más ligado con oligarquías locales conservadoras, con una inserción más primaria exportadora, anti industrial, anti estatal y que articula con el poder financiero local. Lo mismo pasa con la derecha tradicional latinoamericana liberal que está más articulada o en sintonía con los globalistas, y ahora particularmente se ve claro con el gobierno de Biden, pero que a su vez también es como un espejo invertido porque mientras los globalistas en el centro promueven salir de la ortodoxia económica, mantener grandes déficits fiscales para la expansión económica, baja tasa de interés o la mínima posible, incluso discutir desigualdades para tratar de generar hegemonía, en cambio en el sur esas mismas élites promueven programas de ajuste o programas neoliberales. Un ejemplo es el Financial Times, el periódico globalista que en el centro recomienda políticas económicas heterodoxas, expresando los intereses del poder financiero global, mientras que en el sur, como en el caso de Brasil, promueven privatizaciones y ajustes. Después existen contradicciones porque no quieren a Bolsonaro en términos ideológicos, pero terminan acordando con él, con el programa de Paulo Guedes en términos económicos. Lo mismo podemos decir de la Argentina con una Patricia Bullrich o un Miley, que articulan con una línea más cercana a la de Trump y la de los neoconservadores de los Estados Unidos o Inglaterra. Y por otro lado esta Larreta u otros personajes de derecha más tradicional que están en sintonía con las fuerzas globalistas.
¿Se puede interpretar que hay cierta candidez en algunos sectores del campo popular latinoamericano respecto de la pretensión de aprovechar el contexto de esa disputa de cara a la confrontación con las derechas vernáculas?
Creo que el campo popular latinoamericano se debe una discusión más profunda del contexto global. Por ejemplo, hay una cierta ingenuidad o cierta falta de atención en observar la situación de luchas del poder mundial, de lo que yo llamo una guerra mundial libre y desfragmentada que se juega en todos los territorios y donde las presiones sobre el patio trasero y las diputas son muchas; contextos que, además, el campo popular puede quedar partido. Eso es un problema, porque lo nacional popular siempre es una síntesis superadora con un programa propio, con una mayor autonomía de los sectores de la producción y el trabajo, de las fuerzas nacionales para plantear un proyecto de desarrollo, entonces es clave tener un diagnóstico más fino sobre la situación mundial, sobre la política imperial para la región, por la Guerra Mundial libre y desfragmentada. Pero sobre todo, respecto de no comprar agendas no son tan propias. Es necesario tener una visión crítica sobre esas agendas y elaborar otras más propias. Creo que ahí tiene que haber un debate profundo en el campo nacional y popular al respecto.
En la división interna de los frentes nacionales latinoamericanos describís a tres sectores: social populistas, progresistas y neodesarrollistas ¿Cuál sería la agenda de cada uno de ellos en el contexto actual? ¿Crees posible compatibilizar una agenda común para confrontar el proyecto de las derechas y las oligarquías vernáculas?
Sí, es bueno entender que los frentes nacionales latinoamericanos son heterogéneos y que la composición de esa heterogeneidad va cambiando con el tiempo, con la correlación de fuerzas internas, en función de las cuales se mantienen o no las coaliciones.
En esta “segunda ola” progresista nacional popular que estamos viendo emerger, aunque todavía no se haya consolidado en América Latina, uno puede identificar —incluso también dentro del primer ciclo progresista— a tres fuerzas: las progresistas, las desarrollistas, las populares. Las progresistas están muy vinculadas a las elites tradicionales más liberales, que son distintas a las neoliberales, un ejemplo de eso es la importancia de la categoría “ciudadano”, entendido éste dentro del liberalismo político democrático como un individuo que tiene derechos y obligaciones y participa de la vida democrática y del Estado, en contraposición a la categoría “gente”, “consumidor” del neoliberalismo, un individuo despolitizado, desagregado meramente como agente en el mercado. Ese liberalismo político democrático, ese progresismo, está muy articulado con la agenda del occidente liberal -—que comparte también gran parte del poder financiero global— sobre género, minorías étnicas, multiculturalismo, ambiente, derechos humanos. Es una agenda que tiene una mirada muy occidental, eurocéntrica, individualista y liberal. Yo le digo irónicamente la agenda Netflix, pero no como algo completamente despectivo ya que tiene mucha influencia en la clase media, en la pequeña burguesía ilustrada de nuestra región, y su papel es importante contra el neoliberalismo.
Después, el sector neodesarrollista, productivista, muy vinculado a burguesías industriales, a viejos cuadros desarrollistas, a centros de investigación, que tiene una mirada más de protección y promoción industrial. Un capitalismo dependiente con mayor desarrollo, pero que no impulsa, salvo en sectores más nacional desarrollistas. No impulsa una génesis transformadora más estructural para superar la dependencia en materia financiera y tecnológica. Lo que sí marca es un espacio de negociación propio con respecto al gran capital financiero global y a las elites globales, a tener un mercado interno ampliado a través de un bloque regional como el Mercosur, a no ser solamente productores primarios sino a complejizar la producción. También a generar políticas activas sobre el sector popular ligado a las fuerzas populares, sindicatos, organizaciones sociales, militancia de izquierda latinoamericanista con una agenda más de cambios estructurales en general como la reforma agraria, por ejemplo. El Estado entendido con mayor lugar de “Estado empresario”, —en el caso de Bolivia parte de la nacionalización de los hidrocarburos—, el Estado y las empresas públicas como elemento central del desarrollo de las fuerzas productivas, con un programa de mayorías en términos de ampliación de derechos, no sólo identitarios como en una agenda progresista, sino en hechos materiales, donde se combatan desigualdades de forma más estructural.
Estas tres fuerzas muchas veces compatibilizan, generan frentes y coaliciones contra las derechas más tradicionales, contra el programa del neoliberalismo periférico, tanto en su versión conservadora o ultraconservadora, como en su versión más tradicional liberal, pero otras veces se parten o se logran distintas síntesis coyunturales. El kirchnerismo, por ejemplo, en su momento logró ser una síntesis de eso, después se fue desmembrando y hacia 2013 se agudizaron las contracciones internas. En Brasil sucedió algo similar. Después se logró una rearticulación, en gran medida al calor de lo que significaron los gobiernos de Temer y Bolsonaro en Brasil y de Macri en la Argentina, que implicó un gran retroceso, con un golpe muy fuerte en materia de derechos, desigualdad, pobreza, desempleo, desindustrialización. Es una tensión permanente lo que se plantea ahí. A esto hay que sumarle que el campo social popular en muchos países no tiene un programa claro en esta etapa, no está planteando el problema con claridad. Eso también contribuye a la confusión. En este sentido sería importante llegar a mayores niveles de síntesis en cuanto a la compatibilización de esas agendas.
En el actual contexto mundial de guerra y disputa hegemónica parece haber un discurso que tiende a ponderar las posibilidades de Latinoamérica en general y de Argentina en particular como potenciales beneficiarios a partir de nuestra super abundancia de recursos naturales. ¿No crees que hay cierto riesgo de volver a autocondernarnos a una economía de matriz extractivista con la excusa de aprovechar la actual coyuntura?
Nosotros tenemos ese problema de la economía primaria exportadora. Existe un estancamiento económico de América Latina, y eso se ve en las bajas tasas de crecimiento 2013-2014, es la región que menos creció en la etapa. Esto se debe, entre otras cuestiones, al tema de la baja del precio de los commodities. Esa baja golpeó a nuestras economías. Si bien algunos países pueden tener mayores niveles de complejidad industrial y económica, en general nuestro sector dinámico en materia exportadora y de inserción internacional son los commodities, o sea, es el sector extractivo. Claro que en los momentos de guerra, de disputas, de competencia estratégica entre potencias, tendencialmente se necesita de commodities positivos, de aumento de precios de éstos. La gran clave ahí es qué se hace con eso. En primero lugar dónde va esa renta extraordinaria, esas ganancias o súper ganancias extraordinarias por aumento de precios coyunturales, ¿cómo se distribuyen? Después, si en esa distribución participan fuertemente las clases populares, el Estado, y a partir de eso se pueden desarrollar fuerzas productivas para darle más complejidad a la estructura económica. Lo que se dice sumar valor agregado, desarrollar industrialización, servicios complejos, conocimiento, etc. Ahí hay un dilema porque eso se intentó hacer, pero el tema es que hay ciertos límites, por ejemplo, de la escala. Nuestra escala en Argentina —e incluso también Brasil que es el gigante sudamericano— en el concierto global es una escala pequeña para impulsar. Entonces tiene que haber una escala grande para eso, y ahí se vuelve central avanzar hacia una estatalidad continental, un banco del sur, fondos, empresas conjuntas, sectores que podríamos potenciar muchos más, sobre un desarrollo y trabajo conjunto como en materia nuclear, de biotecnología. Eso es clave.
Otro sector clave, por ejemplo, es la transición energética que se viene o que ya está viniendo en la minería, porque vos necesitas muchísimos minerales para ir haciendo una transición energética y superar la dependencia de los hidrocarburos, que va a llevar un par de décadas. Para hacer eso necesitas mucha minería. La Argentina tiene un enorme potencial en esto y toda la región también. La clave será en qué medida esto se lleve adelante con un formato que no sea el extractivista neoliberal clásico, sino darle otra impronta de desarrollo, crear una empresa nacional estatal de minería, desarrollar los sectores de mayor valor agregado, no sólo los de extracción de minerales, como con el caso del litio. Avanzar y escalar en eslabones de mayor valor agregado, complejidad y también en mayor trabajo para nuestros compatriotas. Eso creo que sería la clave.
Esta bueno el artículo, si bien es un planteo como dicen varios compañeros extemporaneo, aplica en el análisis de contexto a las realidades plasmadas en latinoamerica como subcontinente y región. Personalemente, me fascina la mezcla de aspectos siempre. Particularmente como veo acá, las derechas y sus conceptualizaciones, los medios influyendo en las políticas americanas, los ejemplos particulares de los paises y la bajada a tierra en la comparación asistida de la realidad argentina (la cual en este caso sería extemporánea, debido a que el resultado de esa elección es tristemente conocido)
También coincido en el análisis de las agendas y la manera de enfocarnos en esos temas.
Estamos en el contexto de un debate por federalismo y colonización
Creo que aca el coloniaje salta con sobrados ejemplos para debatir
Aplaudo el articulo
Un orden conservador en lo político y liberal-progresista en lo económico es la característica de la dominación oligárquica. El progreso es una idea y en ella se incorporan una serie de elementos histórico políticos cuya emergencia y consolidación se producen en el siglo XVIII y principios del XIX. La suma de los presupuestos ideológico-doctrinarios del liberalismo económico y una visión comtiana del positivismo cientifista legitiman los principios políticos de la oligarquía latinoamericana. El orden divino impuesto por la voluntad de Dios, en la superioridad de unas clases sobre otras: unos mandan y otros obedecen. Es la unidad del orden y del progreso. Una estructura social oligárquica implica ejercer un poder político acorde con sus propuestas de organización.
El Estado, el gobierno, la sociedad civil y política coinciden con dichos principios, produciéndose una identidad entre hegemonía política oligárquica, formas de control social y explotación económica. Su concepción del mundo permea toda la estructura social y político-cultural.
Nada queda fuera de su cosmovisión. Pensado como ejercicio del poder, el régimen oligárquico quedó definido como “el interés particular de los ricos cuando los ambiciosos y amigos de honores se convierten en amigos de los negocios y riquezas; reservan todos sus elogios y admiración para los ricos y los llevan al poder a ellos solos, mientras desprecian a los pobres. La oligarquía latinoamericana disfrutó del despilfarro y el lujo, teniendo todo el control político y social que le garantizaba ser los dueños de los recursos naturales, recursos que debieron ser y son bienes colectivos, de todos sus habitantes. Ningún país se eximió de esta realidad. Sus oligarquías pasaron a ser adjetivadas por el producto de exportación del cual dependían para mantener sus niveles de obscena y lujuriosa forma de vida plutocrática.
A mi me gusto mucho. No tengo mucho más para agregar porque no conozco en profundidad la historia política latinoamericana, sin embargo me parecen súper interesantes algunos comentarios que aportan al contenido del artículo, asique me sirve para construir la idea y pensar desde allí.
Construir pensamiento. De eso se trata. En ese camino vamos. Algo perdido en estos últimos 20/30 años. Es la idea compañera. Apoyarnos, aportar y compartirnos. Sobre todo compartir los medios que propician esto, cómo está revista digital. Porque las redes son un motor de persecución hoy lo reconozcamos o no.
Me encanta la mirada del autor de la política de America latina frente a lo que pasa en el mundo. El concepto de las derechas, las propias fragmentaciones en EEUU y por otro lado la respuesta americana a ello.
Le remonta a muchos momentos de la historia, pero pasando hoy lo que nos pasa me lleva en primer lugar a pensar en los 90 y el consenso de Washington. Los años 70 representaron reformas sociales y del estado en casi toda Latinoamérica. Los 80 fueron de estancamiento económico, endeudamiento, inflación, baja de producción; y de allí se llega a la necesidad continental del liberalismo, libre comercio, para el crecimiento económico, según claro, el consenso de Washington.
Creer que los procesos americanos no tienen conexión ni antes ni ahora, y que esas conexiones no dependen de las agendas globales, es estar errando el análisis político.
Aplaudo al autor. También busque y no encontré cosas recientes. Me gustaría leer el análisis de la actualidad por su parte, atento su formación y su gran capacidad de ensayo global.
Felicitaciones
yo tambien creo que para proximos debates deberíamos tener presente el consenso de Washington y lo que transcurrió a partir de allí. me parece un hito interesante
Para Latinoamérica, existe una búsqueda permanente a través del tiempo, que excede los errores y las agendas. Una búsqueda oculta a veces y emergente otras, pero histórica. “La autonomía” y si. La palabra a veces confundida con soberanía, pero esencialmente la simple y compleja autonomía. Que es aspiración y objeto al mismo tiempo. Con distintos criterios y propuestas que la hacen ver en perspectivas que se unen siempre. En todas la agendas, más notoria o menos. A veces con gobiernos que la opacan el su búsqueda pero con otros actores políticos atrás sembrando las ideas y las banderas para no olvidarla y volver a perseguirla. Sobre todo definirla y ejecutarla frente a EEUU y a Europa, esos imperios que siempre nos hicieron y quisieron colonia. Autonomía política y económica, frente a los contextos globales. Sin dejar, a pesar de ser ya antiguos, los conceptos de viabilidad nacional, permisividad internacional, y el componente político, ideológico y volitivo en la cuestión.
Hoy seguimos parados en el mismo esquema, como continente, como región y como país.
Hoy, y en particular con este gobierno, que fue posterior al artículo, estamos frente a un gobierno ciego a esa conceptualización contextual y un pueblo ajeno al conocimiento, viviendo el hoy, de manera egoísta e individual. Por eso, este es el candidato que ganó esa disputa. El que le convenía al centro global. Y dolorosamente, el que nuestro pueblo, oyendo discursos vacíos y externos, creyó merecer.
Una búsqueda en la que las oligarquías de derecha manejadas por los intereses de las hegemonías globales, siempre intervinieron. Trataron de detenerla, ensuciarla, engañarla y corromperla.
Siguen haciéndolo.
Cómo se explica que siempre la ideas populares y de desarrollo sean las perseguidas y proscritas
Se persigue a quienes quieren conocer la verdad y alcanzar la autonomía verdadera.
“no comprar agendas no son tan propias. Es necesario tener una visión crítica sobre esas agendas y elaborar otras más propias. Creo que ahí tiene que haber un debate profundo en el campo nacional y popular al respecto”; me quedo con esto y con todo lo que nos paso y nos está pasando. Vivimos comprando y aplicando agendas que nos venden como adecuadas para nosotros y no armamos las propias acordes a lo que sabemos que pasa en el globo. No primamos la estrategia interna frente a la estrategia global sino que agarramos lo que se impone y lo acomodamos a la fuerza para cumplirle al mundo. Así cíclicamente y así seguimos siempre en retroceso.
Me parece interesante la perspectiva, da para profundizar mucho. Vi más artículos en la revista del autor. No hay artículos recientes.
Creo que con este nivel de análisis, lo que está pasando sería muy interesante leerlo desde el análisis y perspectiva de este compañero.
Siempre nos vendieron las agendas. No al pueblo, se las vendieron a los mismos grupos oligarcas en pos de su ganancia y bolsillos. Dejándolos “manejar y hacerse de los recursos colectivos” por eso esos pocos a través de la historia quisieron manejar los gobiernos, y decidir el destino de todos en función de sus bolsillos llenos por los intereses de ingleses, europeos y luego yanquis
Yo creo que el contexto de America latina, siempre marcado por la decisión de los grandes imperios fue turbio pero tuvo momentos en los que intentó salir de esa manera de colonia o de provincias de EEUU o de Inglaterra.
Tuvo su oportunidad por 30, con las crisis mundiales. Donde quizá algunos asomaron la cabeza.
Luego hubo un movimiento desarrollista allá por los 50, que terminó en un liberalismo atroz y de derecha en los 80, en argentina taxativamente en los 90.
Y vino un neodesarrollismo, que lo sentimos y vivimos después de 2003 y perduró hasta casi el 2013 con mucho auge en America latina.
Hoy nos enfrentamos de nuevo a este ciclo duro del liberalismo que nos arrodilla como colonia y nos pone de vuelta a las órdenes de los imperios que nos quieren primarizados y sin desarrollo.
Me quedo con la conclusión del artículo, que a pesar del tiempo sigue siendo el desafío y la clave.
Muy bueno para el debate. Ojalá hayan análisis nuevos de este autor. Me sumo a ese pedido
También creo en todos esos ciclos, sobre eso tenemos que debatir y analizar.
Justo hoy, estamos frente a la decisión de quien maneja nuestro granero y nuestro patio, eeuu con sus elecciones presidenciales.
Tantos temas por debatir. El consenso de Washington es algo a debatir por ejemplo y latinoamerica en ese contexto
Me encanto!!!! Creo que las perspectivas latinoamericanas son las que la historia nos robó o nos quiso robar a través de los imperios que lo impulsaron.
Me encanta el enfoque tomado desde la política global, aplicada a Latinoamérica, las concepciones de derecha, globalistas y sus relaciones con la patria o anti patria (por así decirlo)
Pero, también me gusta que de latinoamerica se baje a ejemplos puntuales como el caso de Mexico y la elección en aquel entonces de argentina, cuyo resultado ya sabemos
Tiene mucho y nos deja pensando en más
Es una pena que con la realidad que nos atraviesa no haya brindado nuevos debates en este espacio el compañero Gabriel
Si anda aún por aquí, me encantaría volver a leer algún análisis actualizado de las circunstancias que atravesamos en el contexto global y latinoamericano
Saludos
La lucha americana, oculta y silenciosa es de todas las épocas por su autónomia. Conceptualizado de diferente manera de acuerdo a los contextos globales que atravesó. Esa es su lucha. Y argentina no es ajena a esa lucha.
Es muy bueno leer la perspectiva latinoamericana, más sabiendo la historia que nos precede y conociendo la unión y unidad robada por los imperios que quisieron a América débil y fragmentada.
Una historia común, con procesos comunes, con golpes comunes y aún el el siglo XXI conociendo su historia y su herida con falta de unión
Este artículo entró en un debate de federalismo, colonización y geopolítica. ¿Nada más? Diría una compañera por ahí, si nada más. Es difícil que encontremos todo lo que queremos debatir en un mismo artículo. Pero si encontramos artículos que nos tiran las líneas abiertas a encontrar los temas en la propuesta. El ajuste teórico y volcado en lo práctico de lo que idealízamos en la discusión profunda y la construcción del debate ¿para qué? Para encontrarnos, a nosotros y al movimiento todo. Sobre todo, para que las ideas sean federales y el debate federal. Y se compartan, por el bien común y queden en la comunidad. Si muchos medios hegemónicos deseducan, eduquemos. Con fundamentos.
Gracias. Muy bueno.
Comparto rocio todo lo que decís. Es bueno abstraerse y analizar los temas deseados desde el discurso de otros compañeros y hallarlos en esa línea.
Sigamos compartiendo y estimulando este proceso.
Abrazo ✌🏾
Hola compañera, estamos en el mismo grupo. Que agradable leerte. De federalismo no le hice cruce yo personalmente, pero en colonización y geopolítica lo veo en muchos ángulos.
Pensa tan solo en el ejemplo de los medios y tenes un ejemplo de colonización como lo relata el autor
Y la geopolítica demás está decir que es la mandante en todo proceso, nadie está exento ni los grandes ni los chicos, ni los céntrales ni los periféricos porque la red es mundial
Ahí estamos compa ✌️
Leyendo esto, no puedo dejar de pensar en que la selección fue verdaderamente así. Y fue entre Patricia o Milei y no otros porque ambos representaban lo que el centro necesitaba en la planificación que se tiene sobre argentina como colonia. Hoy lo vemos con lo que pasa y paso después. Y es duro de procesar a veces, porque está destrucción es mayor a la de los 90. Nos agarra rendidos ideológicamente por décadas que impulsaron también la nivelación en retroceso y descendente. Nos agarra divididos, porque así lo quieren, y siguen socavándo para que sigamos cada vez peor. Quieren destruir por todos los ángulos la coraza patriota del movimiento, a los compañeros y a la doctrina toda. Yo comparto tu conclusión completamente. Creo que la clave está ahí, y también pienso que de la forma que decidamos encarar ese camino, será la que defina las próximas décadas también .
Pero ahora, debemos encontrarnos primero, que lo estamos haciendo. Leernos y debatirnos luego, que es parte del proceso que al menos acompaño y comparto con compañeros anónimos a nivel nacional, compañeros que provocan esto. Motivar el debate de ideas federal, encontrarnos en esas líneas y y descubrir compañeros que tienen las voces escritas y poder empezar a ver las necesidades y unificar también ideas y discursos.
Dejar de estar dispersos en la idea conceptual de lo que entendemos y queremos para la planificación política.
Se que es añejo el artículo, posiblemente el compañero y autor no nos lea ya. Busque y no hay nada de este año en la revista o no encontré, posiblemente no esté tampoco en este espacio. Pero en la autoría está avion, que si nos lee creo y además, están los compañeros que suman a la construcción primaria de la idea.
Me sumo a las felicitaciones. Me gustó la nota
Claro que fue así. Y fue pensada. Mira como termino. Pregúntate porque no fue de otra manera.
Que hicieron luego? Con quienes se sientan? Que medidas toman? Que herramientas usan? Que medios internacionales los propician y aclaman?
La guerra intelectual no es solo interna. La fortaleza tiene que ser interna pero la guerra es con el afuera. Lo que nos imponen. Lo que nos venden los medios hegemónicos
Hay temas y discusiones que no caducan nunca. Veía la fecha del artículo, es 2023. Pero el análisis está más vigente que nunca, con cosas y aspectos que duelen más que nunca. La falta de lectura de las luchas de poder mundial y de las estrategias que adelante se llevan, en el plano internacional, es lo que nos ha dejado en jaque siempre como país, y me atrevo a decir, como región.
Resulta muy interesante el abordaje desde el plano internacional pero enfocado en el eje latinoamericano, paseando por los casos particulares de varios países donde se incluye el nuestro.
El análisis de Latinoamérica frente a las luchas globales y la geopolítica jamás caducará porque además repite su historia. Historia que opera de la misma manera desde su formación en el concepto europeo de su formación. Bajo la imagen que Europa quiso hacer a su necesidad y demanda por aquel entonces. Y bajo la estrategia (siempre estrategia) de dominar en la idea de que eso era lo correcto, moviendo una historia y una educación y cultura (colonizada también) a esa creencia como modelo de “desarrollo y civilización” para America.
¿Cómo revertir eso? ¿Es posible? O ¿solo es una utopía de debate?
Ojalá nos lea el compañero
Yo creo que la verdadera lucha es por la autonomía, también llamada soberanía. En su comportamiento general.
Estoy de acuerdo compañera. Es tal cual lo expresas.
Por supuesto que no. Y es integral. Estas miradas son las que nos hacen falta
Nos movemos sesgados solo creyendo en los errores internos de nuestras políticas
Las cuales, dependen y se generan con todo el proceso global
Ahí empezamos a errar
El financial times es uno de los medios que mejor ejemplifica la tinta prensa del imperialismo. Basta con ver el doble discurso que bien marcas, seguir las acciones que tuvo con Latinoamérica en sus notas en un conjunto todo, y entender así, como opera. Buscando ni más ni menos, que otros que siguen la misma línea, entre otras, desestabilizar la política latinoamericana e inducir la idea antidesarrollo, antinacional y anti progreso. Porque nos necesitan y quieren como una America latina proveedora de lo que el centro necesita. La famosa despensa o baulera de los imperios de siempre.
La America vista como desde la colonia, no culpando acá a España sino a quienes siempre la saquearon luego e intentaron desde aquella época. Innegable la estrategia inglesa en toda la historia. Que luego, fue también la estrategia de EEUU.
Muy lindo artículo, me lo compartieron. No conocía al autor, si a la revista porque ya hemos debatido a otros. Muy sorprendente el trabajo de avion captando todos estos temas y dejándonos este tremendo espacio.
Felicitaciones
Que se podría esperar si el financial por ejemplo “aplaudió” el discurso de milei frente a la ONU
Claro que representa ese conjunto de medios digitales que opera a doble máscara trabajando activamente para que America sea débil y colonia. Y aplaude los sinvergüenzas estos que entregan la patria en bandeja
Así operan compañera. Es parte de lo que debemos tener presente en la estrategia porque ignorarlo no lo saca del medio. Y es tremendo hoy con la difusión instantánea lo que se logra
Comparto el 100% de lo que afirmaron todos acá
Es una interesante perspectiva. Hablar de los medios y cómo operan da para un debate completo compañero
Y es sumamente interesante porque es la maniobra del siglo, en verdad de los últimos 20 años con mucho auge con la fuerza de internet y su masificación y acceso en todos los niveles
El debate de medios no es menor, nacionales e internacionales. Empero el orden sería al revés. De internacional a nacional. Creo que el debate va por la prensa hegemónica y la implicancia y repercusión en nuestra sociedad
En estos últimos 20 años el proceso fue y concuerdo acelerado por la internet y los medios digitales.
Se resíguenos objetivos globales
Lamentablemente se logran
Se perdió la cultura por la lectura de libros, por las horas de atención, todo se limita a pocos minutos de videos llamados ahora reels
Todo se acota a redes sociales
Creo que eso es un tema por el que debemos pelear, escribir y luchar, sin lugar a dudas